sábado, 27 de agosto de 2011

¡Por amor a Dios no te rindas! ¡Por amor a Dios rindete!

Thomas Hawk, Creative Commons

Rendirse es tan fácil. Es como estar al borde del precipicio y como tantos se han tirado ¿porque no hacerlo tu también? Es como luchar contra la corriente y luego decidir seguirla porque se siente como lo “natural”, lo “lógico”, lo “esperado”. Rendirse es elegir la autodestrucción. Rendirse es elegir la insensibilidad, la indiferencia, la sordera, la ceguera... Rendirse es conformarse. Rendirse es maldecir a Dios y morir (tal y como le susurro a Job su esposa ). ¡Rendirse es creer las mentiras!

Por amor a Dios no te rindas!

Rendirse es de humanos. Solo la gracia de Dios a través de la fe nos preservara/guardara hasta el final…porque El es bueno y para siempre es su misericordia (Salmo 118:1). No sigas escuchando las mentiras satánicas y mundanas de que no puedes, de que no eres nadie…o si! créelas! Porque en realidad no puedes, solo en Cristo (Fil. 4:13). Porque en realidad no eres nadie, solo en Cristo (Jer. 20:10-11). El diablo te hará enfocarte en la cruz y no en el gozo que pasar por ella producirá (Isaias 53:11), te hará enfocarte en las tribulaciones y no en la gloria que ellas producen (2 Co. 4:17). ¿No sabías que a mayores tribulaciones, mayores consolaciones? Dios no te soltara.

¡Por amor a Dios ríndete!

Puedes descansar en el (Mateo 11:28). Este viaje es largo así que asegúrate que tus maletas sean ligeras. Entrégalo todo en sus manos. Ríndete a sus pies. Esta es la forma correcta de rendirse y ahora canta conmigo el Himno 250:



Al cansado peregrino

Al cansado peregrino
Que en el pecho siente fe,
El Señor ha prometido:
“Con mi brazo te guiare
Con mi brazo con mi brazo, con mi brazo
Con mi brazo te guiare”

Cuando cruel su lazo
El mundo arrojare ante tu pie,
Te dirá Dios, tu refugio:
“Con mi brazo te guiare
Con mi brazo con mi brazo, con mi brazo
Con mi brazo te guiare”
Te dirá Dios, tu refugio:
“Con mi brazo te guiare”

Si perdiste la esperanza,
Como sombra que se fue,
Oye atento la promesa:
“Con mi brazo te guiare
Con mi brazo con mi brazo, con mi brazo
Con mi brazo te guiare”

Cuando mires a tu estancia
Y a la muerte entrando este,
Ten consuelo en las palabras:
“Con mi brazo te guiare
Con mi brazo con mi brazo, con mi brazo
Con mi brazo te guiare”
Ten consuelo en las palabras:
“Con mi brazo te guiare”


“Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen fe y preservan su vida” Hebreos 10:39


Querido peregrino corre! corre lo mas que puedas, pero no bajo tus propias fuerzas: clama por su poder y dirección en oración. ¡No te rindas, pero ríndete!

viernes, 26 de agosto de 2011

Planea!

Fuente: Lightstock

A mí nunca me han gustado las cosas “no espontáneas”, planificar siempre me ha parecido como que tan psico-rígido (aunque ahora estoy empezando a creer que es solo una excusa barata). Alguien una vez me dijo que para ser feliz en esta vida una de las cosas que se necesita es eso, un plan. Otra razón por la que no me no me gusta planificar es que las cosas nunca salen como uno quiere, sin embargo, planear es lo que permite descartar o elegir lo que venga. Se trata de saber a donde quieres llegar.
A continuación les tengo un fragmento del libro Sed de Dios de John Piper que habla acerca de lo importante que es la planificación en la oración pero yo creo que se puede aplicar a cualquier otra área de nuestra vida:
“A menos que este equivocado, una de las principales razones por las que los hijos de Dios no tienen una vida significativa de oración no es tanto que no queramos sino que no la planeamos. Si deseas tomarte una vacaciones de cuatro semanas, no puedes limitarte a levantarte un mañana de verano y decir: Vamos! No tendrás nada preparado. No sabrás a donde ir. No has planeado nada.
Pero así es como muchos tratamos la oración. Nos levantamos día tras día y nos damos cuenta de que debería formar parte de nuestra vida momentos importantes de oración, pero aun no hemos preparado nada. No sabemos a donde ir. No hemos planificado. Ni el momento ni el procedimiento. Y todos sabemos que lo contrario de planificar no es un maravilloso fluir de experiencias profundas y espontáneas en la oración. Lo contrario de planificar es la rutina. Sino planificas las vacaciones probablemente te quedaras en casa y veras la TV. El flujo natural y sin planificar de la vida espiritual lleva a decaiga totalmente la vitalidad. Hay una carrera que correr y una pelea que hacer. Si deseas renovación en tu vida de oración tienes que planificarla”.

Definitivamente…planear es lo que hace que las cosas fluyan

miércoles, 10 de agosto de 2011

Eterno presente (Fragmentacion parte 3)

Fuente: Evelina Villa


Estuve pensando en lo que dijo Pascal acerca de porque no nos gusta vivir en el presente, el dijo "Es que el presente, de ordinario, nos lastima. Lo ocultamos de nuestra vista, porque nos aflige; y si nos es agradable nos lamentamos al verlo escapar". Estoy de acuerdo, el presente nos aflige: no nos gusta donde estamos, sabemos que podríamos tener mas o estar mas cómodos de lo que ya estamos o mas delgados y mas bellos de lo que estamos... así que nos enfocamos en el futuro o añoramos ese pasado que no disfrutamos.

Siendo sincera si me pongo a pensar en mi presente diría que apesta. Tengo una pila de proyectos sin emprender, resoluciones llenas de polvo, no se en que invertirme, tengo un descontento divino (quiero mas de Dios) pero no hago nada al respecto, es como estar estancada. Pensar en el pasado me llena de remordimientos al pensar en lo que no hice y debí hacer, y pensar en el futuro me da miedo...mi mente va de aquí para allá, se cansa de trabajar, de trabajar en la nada.
La semana pasada me tope con algo en la Biblia que se me ayudara (2 Timoteo 3:16-17) y te puede ayudar a ti también...
Romanos 8:38-39 (NVI) dice:
Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.
Dios, que vive en un eterno presente, no deja de amarme. Aunque mi presente no sea perfecto, aunque "apeste", el hecho de que Jesús murió en una cruz por mis pecados (la máxima manifestación de su amor) no deja de ser. Cuando llevo mi mente a meditar en esto, se aligera mi carga, de mi presente no se exige la perfección, sino una cada vez mayor dependencia: una confianza en que El obrara en mi y gratitud por lo que ya esta haciendo, y puedo ver mi pasado como algo hermoso porque es la historia de como llegue a El y puedo reírme de lo por venir (prov. 31:25) porque todo puede cambiar menos El y su amor por mi, puedo descansar.
Jehová: Quien fue, quien es y quien ha de venir. Eres el Señor de mis tiempos. Amén

miércoles, 3 de agosto de 2011

El arte de estar presente (Fragmentación parte 2)

Fuente: Lightstock

“El mal y el bien aumentan los dos a un interés compuesto. Por eso, las pequeñas decisiones que vosotros y yo hacemos todos los días son de una importancia infinita. La mas pequeña buena acción de hoy es la conquista de un puntos estratégico desde el cual, unos meses mas tarde, podremos avanzar a hacia victorias con las que nunca soñamos. Ceder hoy a nuestra ira o nuestra lujuria, por trivial que sea esa concesión, es la perdida de un camino, una vía férrea o un puente desde los que el enemigo puede lanzar un ataque de otro modo imposible”.
C.S. Lewis, Mero cristianismo

Una vez un amigo muy sabio me dijo que las cosas pequeñas importan, que invierta tiempo y energía en ellas. Me dio el ejemplo de su situación familiar: que significa más para mis hijos que yo los saque a pasear, a donde a ellos se le ocurra, un fin de semana cualquiera o que día tras día les dedique una hora para jugar con ellos, luego de trabajar, luego de cenar juntos en familia?

Nunca olvidare sus sabias palabras, admito que para mi es difícil practicar esto de la perseverancia y la constancia, no se si es que soy otra victima de la sociedad moderna a la que le gustan las cosas pa’ rápido. O puro perfeccionismo: querer hacer cosas grandes, que se vean, que impacten. La cuestión es que debemos intentar vivir en el presente, primero, para estar al tanto de lo que Dios esta haciendo en nosotros (ver como provee las fuerzas para levantarnos, el alimento que necesitamos, la mano amiga y la dirección que solicitamos, etc.) y segundo, para ser capaces de ir construyendo poco a poco aquello a lo que fuimos llamados.

Grano a grano. Chín a chín. Paso a Paso. Día a día.
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