lunes, 25 de abril de 2011

Sola Gratia

Ho John Lee, Creative Commons

Presta atención a los siguientes versículos:

Salmos 147
10 El SEÑOR no se deleita en los bríos del caballo,
ni se complace en la agilidad del hombre,
11 sino que se complace en los que le temen,
en los que confían en su gran amor.

Y...Romanos 11:35 nos pregunta: "¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado?"

Verdaderamente una fe viva emprende, tiene obras, pero esas obras son frutos, no regalos a Dios. De El es todo, recuerdas?

A ver pensemos en esto por un rato. ¿No es eso increíble? no tenemos como equilibrar la balanza! Dios es el dador de todo, no hay nada que El no tenga. No hay nada que no le pertenezca. Todo lo que tenemos es por su gracia y misericordia. Puedes decir que lo que tienes lo has acumulado tú, pero de ¿donde salieron las fuerzas para trabajar?, ¿quien te dio ese cuerpo perfectamente diseñado?, y ¿quien te dio la inteligencia para lograr con creatividad tus objetivos? El es dueño de todo. El es generoso.

Entender y meditar en esto solo me hace ver lo pequeña que soy, como es necesario que muera cada día. Al acercarnos al Señor no podemos evitar que nazcan en nosotros la humildad. Es ridículo aferrarse a algo que no nos pertenece y es mucho más ridículo intentar “trabajar para Dios”, eso no es lo que él espera de ti, El busca adoración, el busca que “lo reconozcas en todos tus caminos”, que le des las “gracias”.

Me encanta la canción "Quizás" de Jesús Adrian Romero, especialmente el coro que dice:

"es que me ama tanto me ama
y no lo puedo comprender
es que me ama tanto me ama
y no lo puedo merecer
me acepta tal cual soy"

Cuando dice "no lo puedo comprender" es para esos momentos en que sientes que le has fallado, que sabes que le fuiste infiel, y ves tu condición, y te diriges a la cruz y te preguntas ¿como puede amarme a mi?

Cuando dice "no lo puedo merecer" es para esos momentos en que nos sentimos que estamos "en Dios", estamos obedeciendole, cumpliendo su voluntad, pues siempre debes recordar que por mas bien que te portes NUNCA merecerás una salvación tan grande. Las buenas obras son el fruto no la raíz de nuestra salvación!

Siempre, siempre recuerda "Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad" (Filipenses 2:13)

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