viernes, 29 de julio de 2011

Fragmentación

Lotus Carroll, Creative Commons

“No nos atenemos jamás al momento presente. Nos anticipamos al porvenir como si viniera lentamente, para apresurar su curso; o nos tornamos al pasado para detenerlo, como demasiado ligero: tan imprudentes que andamos errantes en los tiempos que no son nuestros, y no pensamos nada en el único que nos pertenece; y tan vanos, que pensamos en los que no son nada y escapamos sin reflexión del único que subsiste.
Es que el presente, de ordinario, nos lastima. Lo ocultamos de nuestra vista, porque nos aflige; y si nos es agradable nos lamentamos al verlo escapar. Tratamos de sostenerlo en el porvenir, y pensamos en disponer las cosas que no están en nuestro poder para un tiempo al que nosotros no tenemos seguridad alguna de llegar.
Examine cada uno sus pensamientos y los hallara ocupados todos en el pasado y en el porvenir. No pensamos casi nada en el presente; y si pensamos en él no es mas que para que nos dé luz para disponer del porvenir. El presente no es jamás nuestro fin: el pasado y el presente son nuestros medios; solo el porvenir es nuestro fin. Así nosotros no vivimos nunca, sino esperamos vivir, y disponiéndonos siempre para ser dichosos es inevitable que no lo somos jamás”.

Blaise Pascal (1623-1662)

Impresionante. Nuestra mente siempre fragmentada, nuestra alma siempre partida, nuestra felicidad siempre imposible. Si Dios borro mi pasado y controla mi futuro, ¿porque no vivir el presente? Una y otra vez, Dios insiste: vivan un día a la vez!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.