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Quiero compartir algo que tome y traduje de los apuntes de una de las conferencias NEXT que hace anualmente los ministerios Sovereign Grace.
Existen grandes obstáculos cuando se
intenta transferir amor hacia la iglesia de una generación a otra. Lo que sucede
es lo siguiente:
· 1era generación: Una generación redescubre los fundamentos bíblicos del
compromiso con la iglesia y persigue involucrarse apasionadamente en su iglesia
local.
· 2da generación: La generación que se levanta ve el compromiso que tuvo la
primera generación con las iglesias locales. Esta nueva generación imita la
participación” de la anterior, pero no se toman el tiempo para revisar y
comprobar las bases bíblicas del para que y por que hacerlo.
· 3era generación: La generación que surge ahora, al encontrarse con
obstáculos para comprometerse con la iglesia local, tales como: “no saco nada
bueno de ir a la iglesia”, o se encuentran con un líder que daña la
iglesia, o que ya “no tengo amigos en la iglesia”, o simplemente se cansaron de
“hacer lo mismo, todo una rutina” porque no encontraron una razón de
peso para ello (¿se dieron cuenta que sacaron la doxología? ¿ustedes
saben lo que significa la palabra doxología?). Todo esto hace que dejen de
asistir a la iglesia.
Este patrón ocurre muchas veces en
cristianos que crecieron en la iglesia (es decir, que sus padres al ser
cristianos los llevaban a la iglesia). El punto es que: si no tienes verdades
bíblicas que motiven tu participación en la iglesia tarde o temprano involucrarse
se hará difícil, y dejaras de asistir. Es como si te unieras a un grupo de
amigos a mitad de un proyecto de construcción sin preguntar porque y que
construyen, el trabajo al principio será divertido porque tus amigos están ahí,
pero cuando ellos se vayan y te dejen a cargo no vas a querer seguir “solo por
diversión”.
Es tiempo de que nos enamoremos de la
iglesia así como Cristo la ve, ¡como su novia por la cual murió!
(Efesios 5:2)
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