jueves, 7 de junio de 2012

El gran caballo blanco, el burro y la estrategia de las colinas


Había una vez en una tierra muy muy lejana un Rey, este rey era bueno y poderoso, reinaba la tierra con justicia. Nadie podía acusarlo de maldad o abuso. Nadie se rebelaba contra él a menos que...ellos quisieran ser sus propios reyes.

Y sucedió que el Rey solicito que plantaran una vina, para que su corte y el resto de la tierra disfruto de sus frutos. EL superviso el trabajo, ayudo a poner la cerca alrededor y formaron una torre. El rey encargo del cuidado de la viña a uno de los clanes más pobres y marginados de todo el reino, que privilegio ser elegidos por el rey para la tarea! El rey le dijo que cualquier cosa que necesitaran no dudaran en pedirla y confiaran en q les seria dada. Ellos disfrutaron mucho su trabajo, es mas ni siquiera se le podría llamar trabajo, el rey les daba todo lo que necesitaban, les dejaba comer del fruto de la vina, y de vez en cuando enviaba a sus mensajeros y a sus guardas también. Era como si el Rey estuviera haciendo todo el trabajo.
Pero pronto la actitud de los obreros de la viña comenzó a cambiar: no les agrada mucho la idea de darle todo el crédito al Rey. Es mas ni siquiera les gustaba la idea de ser solo obreros, ellos querían ser los dueños también! O sea los dueños obtienen todo! El fruto! La renta! La gloria! Y en especial si son ellos los que hacen todo el trabajo. Muy adentro los obreros querían ser dueños. No quieren tener que depender del Rey en nada.

Entonces algo terrible ocurrió. Un día el Rey envió a algunos de sus sirvientes a recibir parte del fruto de su viña. Mas no encontraron a nadie por los alrededores, estos sirvientes eran uno de los 3 más fieles mensajeros que tenía el rey. En eran los más dignos representantes del rey, era su misión ocupar en esos momentos el lugar del rey. Se pusieron muy tensos por el gran silencio que invadía la viña, no había pájaros cantando ni niños jugando. Siempre había niños en la viña, siempre había música!

Pero de repente de todas partes salieron los obreros enojadísimos, y rodearon a los mensajeros del rey. Algunos con lanzas, otros con piedras. Los sirvientes del rey no tenían como defenderse estaban desarmados! Solo tenían el mensaje del rey y el recuerdo de sus exactas palabras:

Lo que  la arrogancia y la ira maquinan
No prevalecerá!!
Al momento de morir recuerda
Reinaras conmigo para siempre.

Con esas palabras estaban mejor armadas que los malvados obreros. Más no en contra de sus afilados puñales. Los obreros arremetieron contra ellos, agarraron a los mensajeros más jóvenes y los hicieron observar como mutilaban al más viejo y fiel de los mensajeros con sus piedras y cuchillos. Sus últimas palabras fueron la promesa del rey!
“En la muerte recuerda: Reinaras conmigo…para siempre”

Entonces los obreros se dirigieron a los jóvenes sirvientes, a uno lo mataron y al otro lo dejaron moribundo para que se presentara al rey con este mensaje:

Ya tuvimos suficiente de tu soberano cuidado
El cual no vemos la necesidad de tener.
Ya tú tienes tus reinos, tus campos y tus torres.
Gobierna esos y déjanos este a nosotros.

Cuando el rey oyó esto, y como sus amigos y sirvientes fueron destruidos, se alejo e hizo una asamblea con  la corte real. Toda la corte esperaba que les dijera acerca de una estrategia para la guerra, porque ellos sabían el poderoso guerrero que él era y lo mucho que amaba los amigos q perdió. Pero cuando el se levanto, interrumpiendo su meditación, el no hablo de juntar a un ejrcito sino que llamo a sus seis más leales embajadores y les pregunto: “Quien está dispuesto a ir por mi y llevarles este mensaje a los obreros de mi viña?”

Los embajadores en asombro dijeron CUAL ES EL MENSAJE, MI SENOR? El rey abrió su rollo y leyó:

De mí se ha dicho desde que el tiempo es tiempo,

Que magnificas son mis fuerzas

En mi ira, no desato mis males,
Sino que la misericordia ofrezco a mis enemigos.
Doblen sus rodillas ante mí,
Y voy a perdonar y olvidar su traición.
Si alguna vez quisiéramos llevar
Un  homenaje a un asiento real,
Sepa esto: vamos a estar de pies,
Y no queremos tu piedad, no doblaremos nuestras rodillas ante nadie,
Vamos a construir nuestro propio asiento real si hubiera necesidad.



Cuando termino volvió a hacer la pregunta Quien está dispuesto a llevar mi mensaje a los obreros de mi viña?  Los seis se presentaron dispuestos. Porque no existe mayor honor en el reino que poder entregar el mensaje del Rey. EL rey tomo la mano uno a uno de todos y mirándolos a los ojos les decía:

Lo que  la arrogancia y la ira maquinan
No prevalecerá!!
AL momento de morir recuerda
Reinaras conmigo para siempre.

Y con estas palabras como única arma de defensa viajaron hasta la viña del Rey. Al llegar vieron los guardias en la gran puerta, se detuvieron unos momentos para renovar sus votos del lealtad al Rey e hicieron un pacto de no vengar la muerte de ninguno aunque eso hiciera que sus corazones se rompieran. Una vez adentro los capturaron, amarraron y fueron llevados ante los líderes. El mensaje del Rey fue leído y los obreros se llenaron de gran ira, sus ojo ardían en fuego. Tres de los embajadores fueron asesinados, dos de ellos fueron apedreados y dejados medio muertos, y uno de ellos fue azotado hasta que se desmayo! Los obreros subieron a los tres moribundos y mutilados embajadores en una carreta con un mensaje:

Si alguna vez quisiéramos un rey,

Cuando el Gran Rey leyó este mensaje y vio los cuerpos mutilados de sus amados embajadores, se detuvo un instante, medito en ello y se llevo a su hijo a la cámara real, hablo brevemente y los dos se fueron de viaje a las colinas, ellos dos solos.

Mientras tanto el palacio estaba lleno de conmoción, y rumores de planes de guerras y conspiraciones. Los mejores caballeros se estaban alistando para pelear. La sangre derramada por los mensajeros del rey gritaba por justicia. Como se atreven esos obreros a deshonrar al Rey tan bueno y misericordioso! El los amaba y les servía y hacia el trabajo por ellos! Como se atreven! Ya las armas fueron afiladas, y se juntaron miles de miles en el palacio esperando al Rey para oír sus órdenes. Y La cabeza de ese ejercito era un gran caballo blanco, el más poderoso, fuerte y hermoso de todos los caballos del reino! Solo una persona podía montarlo el hijo del rey! Todos estaban en la expectativa de que pronto el rey rompería el silencio y los dirigiría a la batalla. Pronto la estrategia de las colinas seria revelada, de seguro seria un plan formidable y excepcional, claro el hijo en su gran caballo blanco dirigiendo un ejército de miles de miles de miles.

Temprano en la mañana bajaron el rey y su hijo de las colinas. Hubo gran silencio entre la multitud porque lo q veían no podían comprender, EL rey estaba vestido con prendas mañaneras agarrando con una cuerda a un burro y en el burro iba el hijo con ropas de simple lacayo. Sin duda eran ellos pero q extraños se veían. Llegaron al campo donde se reunía el ejército y todos los guerreros se arrodillaron ante ellos.

Que sucedió en las colinas? Qué clase de plan taaan extraño armaron estos dos? Bueno lo fue planeado con prisa o apuro. Y a nadie le han pedido consejo, el rey no tiene consejeros. Entonces esta estrategia salió del lo mas profundo del corazón lleno de sabiduría del rey y el hijo alegremente acepto!

Atravesaron todo el campo sin emitir palabra y caminaron a lo más lejano del palacio a tal punto que se encontraban bastante cerca de la viña. EL rey abrazo a su hijo y le dijo al oído:

Lo que  la arrogancia y la ira maquinan
No prevalecerá!!
Al momento de morir recuerda
Reinaras conmigo para siempre.

Entonces el hijo siguió su camino montado en el burro, el rey regreso a donde sus leales súbditos. Ellos sospechaban q el estaba haciendo pero no podían creerlo como quiera. Los malvados obreros no solo lo matarían, lo humillarían y lo torturarían. Fue duro entender que el rey mandaría a sus más fieles y queridos embajadores a una muerte segura pero enviar a su único hijo para ser destruido y devorado por esas crueles sabandijas. El rey sabía que su ejército exigiría una explicación. Asi que en el estado en que se encontraba se dirigió a ellos y les dijo:
Cuando hayamos entregado todo lo que podamos,
Ahí es que pelearemos, pero solo así!
Así que todo el ejército se mantuvo listo para la batalla y el rey se sentó en su trono.

Todos hablaban del hijo del rey en un burro, y corrió la voz a tal punto que se oyó en la viña y cuando el llego a la verja había gran conmoción. Se escuchaban sus murmullos: El hijo del rey nunca había salido del palacio ni había visitado ningún reino vecino. Es que por Dios! El hijo del rey no se viste de pordiosero y anda en un burrito. El hijo del rey se viste en túnicas moradas y anda montado en el gran caballo blanco, o por lo menos así es que escrito esta desde que el tiempo es tiempo. Mas los antiguos súbditos leales, los que conocían bien al rey, si reconocieron al hijo del rey aun vestido en eso y montado eso. Ellos sabían que si veían al hijo, era como si el Rey estuviera delante de ellos. Tenían gran temor de lo que podría suceder.

De repente oh! Salieron los niños y los niños lo amaban! Entrando el por la gran puerta hacia la viña nadie los pudo detener, corrieron hacia él, gritaban por él, incluso hasta tiraron ramas en su camino. Y es que estos niño no sabían cómo se tenían q ver la gente rica a ellos no les importaba q venia vestido del pordiosero, era el hijo del rey!! Ellos veían en sus ojos alegría y amor, su sumisión de niños hacia él era total, para ellos la visita del rey era una buena y grata noticia:

Que viva el hijo del rey!! Que viva!!

Los habitantes adultos observaban a distancia lo que ocurría. No podían creer lo estúpido q era el rey. “Este es su heredero, matémosle y tomaremos posesión de su herencia”  Mientras ellos conspiraban la muerte del noble hijo del rey, los niños seguían su coro:

Oh cuán grande es el hijo!!
Porque viene en nombre del Rey!
El es el primogénito! El es el único!
Toda la honra sea a él!

Finalmente todo el cantico ceso, lo niños  regresaron a sus casas. El hijo del rey observo la viña. El suelo era fértil. La vid era fuerte y hermosa. Las ramas estaban llenas de las mejores uvas, eran las uvas del Rey. Y lloro por la traición de los despiadados obreros y por la profanación del nombre de su padre.
Cuando levanto la cabeza, estaba rodeado por un monto de hombres armados. El se tranquilizo con el recuerdo de la promesa del Rey. El líder le dijo “ok, vamos a intercambiar mensajes, te parece?” El hijo del rey abrió el rollo sagrado y leyó lo siguiente:

No es decoroso para un rey
Rogar por el amor de sus súbditos.
Debería yo acabar con sus vidas
De una vez y para siempre.
Más les envió mi hijo, con estas noticias,
Perdonare la vida de todo aquel que se arrepienta.

Es eso todo? Ellos gruñeron! a lo que hijo del rey responde: No no es todo mi padre me pidió que agregara esto también:  He aquí, tu casa está abandonada y desolada. Porque os digo, no me volverás a ver, hasta que se unan a los niños cantando “Grande es el hijo, Grande es el hijo, que viene en el nombre del Rey”… Y que se supone que significa eso? Ellos volvieron a gruñir. El hijo contesto Significa que la misericordia a ustedes está por terminar. Muy pronto sus casas quedaran vacía y ya no serán un pueblo. Y la vina será entregada a un pueblo nuevo y fiel. Yo regresare a este lugar en mi gran caballo blanco. Y por la magnífica misericordia de mi padre una nueva generación me recibirá con brazos abiertos, con palmas, ramos, uvas, amor y  darán honores con alegría al Rey”.

A los crueles obreros les pico el odio al oír la palabra honores, se encendió la ira del pueblo y el líder dijo: bueno aquí esta nuestro mensaje para el Rey, le cayeron encima al hijo del rey. Lo golpearon sin misericordia, lo arrastraron hasta la colina más alta para que todos vieran lo que harían, entonces allí clavaron sus manos y pies en un árbol como si se tratara de un afiche, y se burlaron.
Si los torturadores hubieran prestado atención y hubieran podido leer en los labios del hijo del rey lo que salían de ellos mientras lo llevaban a su muerte:

Lo que  la arrogancia y la ira maquinan
No prevalecerá!!
Al momento de morir recuerda
Reinaras conmigo para siempre.

Mientras agonizaba pudo ver desde esa colina para región donde estaba el palacio de su padre, y vio un ejércitos del rey, miles de miles de miles, con las manos levantadas admirando la valentía del hijo del Rey. Y el rey solo de pie delante de los miles de miles de miles. Agarrando las arras de oro del Gran caballo blanco esperando, esperando y esperando.

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