Había una vez en
una tierra muy muy lejana un Rey, este rey era bueno y poderoso, reinaba la
tierra con justicia. Nadie podía acusarlo de maldad o abuso. Nadie se rebelaba
contra él a menos que...ellos quisieran ser sus propios reyes.
Y sucedió que el
Rey solicito que plantaran una vina, para que su corte y el resto de la tierra
disfruto de sus frutos. EL superviso el trabajo, ayudo a poner la cerca
alrededor y formaron una torre. El rey encargo del cuidado de la viña a uno de
los clanes más pobres y marginados de todo el reino, que privilegio ser
elegidos por el rey para la tarea! El rey le dijo que cualquier cosa que
necesitaran no dudaran en pedirla y confiaran en q les seria dada. Ellos
disfrutaron mucho su trabajo, es mas ni siquiera se le podría llamar trabajo,
el rey les daba todo lo que necesitaban, les dejaba comer del fruto de la vina,
y de vez en cuando enviaba a sus mensajeros y a sus guardas también. Era como
si el Rey estuviera haciendo todo el trabajo.
Pero pronto la
actitud de los obreros de la viña comenzó a cambiar: no les agrada mucho la
idea de darle todo el crédito al Rey. Es mas ni siquiera les gustaba la idea de
ser solo obreros, ellos querían ser los dueños también! O sea los dueños
obtienen todo! El fruto! La renta! La gloria! Y en especial si son ellos los
que hacen todo el trabajo. Muy adentro los obreros querían ser dueños. No quieren
tener que depender del Rey en nada.
Entonces algo
terrible ocurrió. Un día el Rey envió a algunos de sus sirvientes a recibir
parte del fruto de su viña. Mas no encontraron a nadie por los alrededores,
estos sirvientes eran uno de los 3 más fieles mensajeros que tenía el rey. En
eran los más dignos representantes del rey, era su misión ocupar en esos
momentos el lugar del rey. Se pusieron muy tensos por el gran silencio que
invadía la viña, no había pájaros cantando ni niños jugando. Siempre había niños
en la viña, siempre había música!
Pero de repente
de todas partes salieron los obreros enojadísimos, y rodearon a los mensajeros
del rey. Algunos con lanzas, otros con piedras. Los sirvientes del rey no
tenían como defenderse estaban desarmados! Solo tenían el mensaje del rey y el
recuerdo de sus exactas palabras:
Lo que la
arrogancia y la ira maquinan
No prevalecerá!!
Al momento de morir recuerda
Reinaras conmigo para siempre.
Con esas palabras
estaban mejor armadas que los malvados obreros. Más no en contra de sus
afilados puñales. Los obreros
arremetieron contra ellos, agarraron a los mensajeros más jóvenes y los
hicieron observar como mutilaban al más viejo y fiel de los mensajeros con sus
piedras y cuchillos. Sus últimas palabras fueron la promesa del rey!
“En la muerte
recuerda: Reinaras conmigo…para siempre”
Entonces los
obreros se dirigieron a los jóvenes sirvientes, a uno lo mataron y al otro lo
dejaron moribundo para que se presentara al rey con este mensaje:
Ya tuvimos
suficiente de tu soberano cuidado
El cual no vemos
la necesidad de tener.
Ya tú tienes tus
reinos, tus campos y tus torres.
Gobierna esos y
déjanos este a nosotros.
Cuando el rey oyó
esto, y como sus amigos y sirvientes fueron destruidos, se alejo e hizo una
asamblea con la corte real. Toda la
corte esperaba que les dijera acerca de una estrategia para la guerra, porque
ellos sabían el poderoso guerrero que él era y lo mucho que amaba los amigos q
perdió. Pero cuando el se levanto, interrumpiendo su meditación, el no hablo de
juntar a un ejrcito sino que llamo a sus seis más leales embajadores y les
pregunto: “Quien está dispuesto a ir por mi y llevarles este mensaje a los
obreros de mi viña?”
Los embajadores
en asombro dijeron CUAL ES EL MENSAJE, MI SENOR? El rey abrió su rollo y leyó:
De mí se ha dicho desde que el tiempo es tiempo,
Que magnificas son mis fuerzas
En mi ira, no desato mis males,
Sino que la misericordia ofrezco a mis enemigos.
Doblen sus rodillas ante mí,
Y voy a perdonar y olvidar su traición.
Si alguna vez quisiéramos llevar
Un homenaje a un
asiento real,
Sepa esto: vamos a estar de pies,
Y no queremos tu piedad, no doblaremos nuestras rodillas
ante nadie,
Vamos a construir nuestro propio asiento real si hubiera
necesidad.
Cuando termino
volvió a hacer la pregunta Quien está dispuesto a llevar mi mensaje a los
obreros de mi viña? Los seis se
presentaron dispuestos. Porque no existe mayor honor en el reino que poder
entregar el mensaje del Rey. EL rey tomo la mano uno a uno de todos y
mirándolos a los ojos les decía:
Lo que la
arrogancia y la ira maquinan
No prevalecerá!!
AL momento de morir recuerda
Reinaras conmigo para siempre.
Y con estas
palabras como única arma de defensa viajaron hasta la viña del Rey. Al llegar
vieron los guardias en la gran puerta, se detuvieron unos momentos para renovar
sus votos del lealtad al Rey e hicieron un pacto de no vengar la muerte de
ninguno aunque eso hiciera que sus corazones se rompieran. Una vez adentro los
capturaron, amarraron y fueron llevados ante los líderes. El mensaje del Rey
fue leído y los obreros se llenaron de gran ira, sus ojo ardían en fuego. Tres
de los embajadores fueron asesinados, dos de ellos fueron apedreados y dejados
medio muertos, y uno de ellos fue azotado hasta que se desmayo! Los obreros
subieron a los tres moribundos y mutilados embajadores en una carreta con un mensaje:
Si alguna vez quisiéramos un rey,
Cuando el Gran Rey leyó este mensaje y vio los cuerpos
mutilados de sus amados embajadores, se detuvo un instante, medito en ello y se
llevo a su hijo a la cámara real, hablo brevemente y los dos se fueron de viaje
a las colinas, ellos dos solos.
Mientras tanto el palacio estaba lleno de conmoción, y
rumores de planes de guerras y conspiraciones. Los mejores caballeros se
estaban alistando para pelear. La sangre derramada por los mensajeros del rey
gritaba por justicia. Como se atreven esos obreros a deshonrar al Rey tan bueno
y misericordioso! El los amaba y les servía y hacia el trabajo por ellos! Como
se atreven! Ya las armas fueron afiladas, y se juntaron miles de miles en el
palacio esperando al Rey para oír sus órdenes. Y La cabeza de ese ejercito era
un gran caballo blanco, el más poderoso, fuerte y hermoso de todos los caballos
del reino! Solo una persona podía montarlo el hijo del rey! Todos estaban en la
expectativa de que pronto el rey rompería el silencio y los dirigiría a la
batalla. Pronto la estrategia de las colinas seria revelada, de seguro seria un
plan formidable y excepcional, claro el hijo en su gran caballo blanco
dirigiendo un ejército de miles de miles de miles.
Temprano en la mañana bajaron el rey y su hijo de las
colinas. Hubo gran silencio entre la multitud porque lo q veían no podían
comprender, EL rey estaba vestido con prendas mañaneras agarrando con una
cuerda a un burro y en el burro iba el hijo con ropas de simple lacayo. Sin
duda eran ellos pero q extraños se veían. Llegaron al campo donde se reunía el
ejército y todos los guerreros se arrodillaron ante ellos.
Que sucedió en las colinas? Qué clase de plan taaan
extraño armaron estos dos? Bueno lo fue planeado con prisa o apuro. Y a nadie
le han pedido consejo, el rey no tiene consejeros. Entonces esta estrategia
salió del lo mas profundo del corazón lleno de sabiduría del rey y el hijo
alegremente acepto!
Atravesaron todo el campo sin emitir palabra y caminaron
a lo más lejano del palacio a tal punto que se encontraban bastante cerca de la
viña. EL rey abrazo a su hijo y le dijo al oído:
Lo que la
arrogancia y la ira maquinan
No prevalecerá!!
Al momento de morir recuerda
Reinaras conmigo para siempre.
Entonces el hijo siguió su camino montado en el burro, el
rey regreso a donde sus leales súbditos. Ellos sospechaban q el estaba haciendo
pero no podían creerlo como quiera. Los malvados obreros no solo lo matarían,
lo humillarían y lo torturarían. Fue duro entender que el rey mandaría a sus
más fieles y queridos embajadores a una muerte segura pero enviar a su único
hijo para ser destruido y devorado por esas crueles sabandijas. El rey sabía
que su ejército exigiría una explicación. Asi que en el estado en que se
encontraba se dirigió a ellos y les dijo:
Cuando hayamos entregado todo lo que podamos,
Ahí es que pelearemos, pero solo así!
Así que todo el ejército se mantuvo listo para la batalla
y el rey se sentó en su trono.
Todos hablaban del hijo del rey en un burro, y corrió la
voz a tal punto que se oyó en la viña y cuando el llego a la verja había gran
conmoción. Se escuchaban sus murmullos: El hijo del rey nunca había salido del
palacio ni había visitado ningún reino vecino. Es que por Dios! El hijo del rey
no se viste de pordiosero y anda en un burrito. El hijo del rey se viste en
túnicas moradas y anda montado en el gran caballo blanco, o por lo menos así es
que escrito esta desde que el tiempo es tiempo. Mas los antiguos súbditos
leales, los que conocían bien al rey, si reconocieron al hijo del rey aun
vestido en eso y montado eso. Ellos sabían que si veían al hijo, era como si el
Rey estuviera delante de ellos. Tenían gran temor de lo que podría suceder.
De repente oh! Salieron los niños y los niños lo amaban! Entrando
el por la gran puerta hacia la viña nadie los pudo detener, corrieron hacia él,
gritaban por él, incluso hasta tiraron ramas en su camino. Y es que estos niño
no sabían cómo se tenían q ver la gente rica a ellos no les importaba q venia
vestido del pordiosero, era el hijo del rey!! Ellos veían en sus ojos alegría y
amor, su sumisión de niños hacia él era total, para ellos la visita del rey era
una buena y grata noticia:
Que viva el hijo del rey!! Que viva!!
Los habitantes adultos observaban a distancia lo que
ocurría. No podían creer lo estúpido q era el rey. “Este es su heredero,
matémosle y tomaremos posesión de su herencia”
Mientras ellos conspiraban la muerte del noble hijo del rey, los niños
seguían su coro:
Oh cuán grande es el hijo!!
Porque viene en nombre del Rey!
El es el primogénito! El es el único!
Toda la honra sea a él!
Finalmente todo el cantico ceso, lo niños regresaron a sus casas. El hijo del rey
observo la viña. El suelo era fértil. La vid era fuerte y hermosa. Las ramas
estaban llenas de las mejores uvas, eran las uvas del Rey. Y lloro por la
traición de los despiadados obreros y por la profanación del nombre de su
padre.
Cuando levanto la cabeza, estaba rodeado por un monto de
hombres armados. El se tranquilizo con el recuerdo de la promesa del Rey. El
líder le dijo “ok, vamos a intercambiar mensajes, te parece?” El hijo del rey
abrió el rollo sagrado y leyó lo siguiente:
No es decoroso para un rey
Rogar por el amor de sus súbditos.
Debería yo acabar con sus vidas
De una vez y para siempre.
Más les envió mi hijo, con estas noticias,
Perdonare la vida de todo aquel que se arrepienta.
Es eso todo? Ellos gruñeron! a lo que hijo del rey
responde: No no es todo mi padre me pidió que agregara esto también: He aquí, tu casa está
abandonada y desolada. Porque os digo, no me volverás a ver, hasta que se unan
a los niños cantando “Grande es el hijo, Grande es el hijo, que viene en el
nombre del Rey”… Y que se supone que significa eso? Ellos volvieron a gruñir. El
hijo contesto Significa que la misericordia a ustedes está por terminar. Muy
pronto sus casas quedaran vacía y ya no serán un pueblo. Y la vina será
entregada a un pueblo nuevo y fiel. Yo regresare a este lugar en mi gran caballo
blanco. Y por la magnífica misericordia de mi padre una nueva generación me
recibirá con brazos abiertos, con palmas, ramos, uvas, amor y darán honores con alegría al Rey”.
A los crueles obreros les pico el odio al oír la
palabra honores, se encendió la ira del pueblo y el líder dijo: bueno aquí esta
nuestro mensaje para el Rey, le cayeron encima al hijo del rey. Lo golpearon
sin misericordia, lo arrastraron hasta la colina más alta para que todos vieran
lo que harían, entonces allí clavaron sus manos y pies en un árbol como si se
tratara de un afiche, y se burlaron.
Si los torturadores hubieran prestado atención y
hubieran podido leer en los labios del hijo del rey lo que salían de ellos
mientras lo llevaban a su muerte:
Lo que la
arrogancia y la ira maquinan
No prevalecerá!!
Al momento de morir recuerda
Reinaras conmigo para siempre.
Mientras agonizaba pudo ver desde esa colina para región
donde estaba el palacio de su padre, y vio un ejércitos del rey, miles de miles
de miles, con las manos levantadas admirando la valentía del hijo del Rey. Y el
rey solo de pie delante de los miles de miles de miles. Agarrando las arras de
oro del Gran caballo blanco esperando, esperando y esperando.
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