martes, 3 de enero de 2012

El testimonio de Emma, parte 4 (Final)

El verdadero Jesús

Para el tiempo en que mi abuelita murió yo estaba demasiado enferma como para poder llegar al funeral. Esa noche, sentía ser el fin de mi existencia y empecé a ver las cosas con mayor claridad. Estaba demasiado cansada como para seguir peleando con Dios. Pero sentí que su amor me ahogaba. Sentía que yo le importaba de verdad.


Me senté y tenia dos escrituras en mi mente. Una era Apocalipsis 1:14-16 y habla de Jesús de la siguiente manera:

“Sus cabellos eran blancos como la lana, o como la nieve, y sus ojos parecían llamas de fuego. Y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas. Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza”

En mi opinión siempre he sentido como que soy demasiado intensa para todo el mundo. Soy muy apasionada, digo las cosas con fuerza y convicción. Bueno, aquí había alguien mucho mas intenso que yo. Conocí a mi igual en Jesús y supe que podía descansar en su intensidad.

El segundo versículo venia de Apocalipsis 5:6

“Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado…”

Jesús el cordero inmolado por nosotros. El sabe lo que es estar hecho pedazos, el entiende lo que es sentirse tan débil. El es el Señor sobre el universo- y al mismo tiempo se hace nada, se despoja de si mismo*.

Esta increíble combinación-Cristo más intenso que yo, pero también tierno y mas amoroso de lo que yo me atrevería a imaginar, fue la que me agarro.

Sentía que el Señor me decía “Eres mía. Eso es suficiente”. Era el Señor diciéndome: “Te amo tal y como eres pero no te dejare tal y como estas”

Por primera vez pude entender que era completamente amada independientemente de lo que yo haga o pueda hacer. Podía bajarme de la rueda de hámster y descansar en su amor.


Esto puede sonar extraño pero fue esta experiencia de su amor la que me hizo lamentar mis pecados. Hay un verso en Romanos 2 que dice que “…su bondad te guía al arrepentimiento”. Eso fue lo que me sucedió a mí. Su bondad me hizo reconocer mi anorexia como un pecado. Y su bondad me hizo pedir perdón. Perdón a El primeramente, luego a mi esposo, a mi familia y a mi comunidad.


Admito que soy una pecadora, pero no es el odio que me tenía a misma (que era una gran parte de mi anorexia) el que habla. La mayor parte de mi vida me había visualizado como una persona miserable y condenada! Esta vez era diferente porque era Jesús el cordero convenciéndome. Mi pecado estaba siendo revelado por el poder de la gracia de Jesús, no solo por mi odio hacia mi misma. Mi pecado era algo sobre lo que había que lamentarse, algo sobre lo que había que llorar. El arrepentimiento verdadero era vital.


Porque ahora enfrentaba mi pecado de la manera correcta- había una solución. Yo podía arrepentirme y había perdón. Esto es muy diferente al punto de vista que tiene el mundo al llamarlo solo una “enfermedad”. Porque si es solo una enfermedad y no un pecado entonces eres solo una victima, y siempre seguirás siendo una victima. Así que es algo maravilloso poder admitir que has pecado y entregarle eso a Jesús- porque esa es la razón por la que el murió.

Este era el verdadero Jesús. Y conocerlo fue una experiencia que cambio mi vida. Sentía como que había luchado, y luchado como Jacob en Génesis 32. Pero que al final el había ganado, y fue su gracia la que me abrumo.


Al día siguiente comencé a comer. Por un lado si fue así de sencillo. Pero por otro lado, podía ser cualquier cosa pero un camino fácil. No es tan sencillo retroceder, cuando estas matándote lentamente. Así como Jacob, yo cojeaba.

Los danos en mi sistema digestivo son irreversibles lo cual ha provocado otras complicaciones fisiológicas. He tenido que trabajar con esto durante varios años y ustedes no quieren saber cual es mi rutina de todos los días en el baño.

Si estas leyendo esto y piensas “No es la gran cosa, recuperare mi peso luego”. Lo más probable estas causándote daños irreversibles, daños para toda la vida. No te estoy tratando de asustar. Es sólo un hecho.


Otras cosas que me han ayudado mucho han sido la ayuda que me ofreció una comunidad cristiana adecuada y el apoyo y amor incondicional de mi esposo. No ha sido la ayuda de profesionales o expertos en el campo que han hecho la diferencia (aunque si estoy segura de que pueden ayudar). Para mi fue la que me ofrecieron mis hermanos en Cristo, los cuales no tuvieron miedo de entrar en este lío y hablar gracia y verdad a mi vida.


No soy una profesional pero si creo que el Señor me ha ensenado algunas cosas sobre estos asuntos que podrían ayudar a otros. M encantaría chatear contigo vía email o interactuar contigo en mi blog. Es mi oración que esta pagina Web sea una de la formas en las que el Señor use para bien los estupidos errores que yo cometí. Y esa es una de las cosas que a el le encanta hacer!


Tenían hambre y sed, ¡estaban a punto de morir! Pero en su angustia clamaron al Señor, y él los libró de la aflicción. Después los puso en el buen camino hacia una ciudad donde vivir. Den gracias al Señor por su amor, ¡por lo que hace en favor de los hombres! Pues él apaga la sed del sediento y da abundante comida al hambriento.

Salmo 107:5-9


*En ingles es ¨He makes himself nothing¨

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